Abdullah bin Hudafa
Abdullah bin Hudafa
Dijo Abdullah bin Hudafa: «Por Alá aunque me dieras tu reino completo y me dieran todo el reino de los árabes a cambio de dejar la religión de Muhammad lo que tarda en pestañear un ojo no lo haría».
Esta historia cuenta el encuentro que tuvo Abdullah bin Hudafa con el Cesar rey de los romanos, el cual sucedió durante el Califato de Omar ibn Al Jattab -que Alá esté complacido de él.
Omar había ordenado al ejército musulmán dirigirse a los países dominados por los romanos para conquistarlos y llevar el mensaje del Islam, entre los combatientes se encontraba Abdullah bin Hudafa.
El rey de los romanos se entero de la partida del ejército islámico y alisto sus tropas y le dio instrucciones de tomar prisioneros y traerlos a él vivos, Alá quiso que entre los prisioneros que lograron capturar los romanos estuviera Abdullah bin Hudafa.
Los soldados le dijeron al rey este es uno de los primeros seguidores de Muhammad que cayó en nuestras manos y te lo hemos traído.
El rey se quedó observándolo un largo tiempo después le dijo: «Te propondré una cosa», Abdullah respondió «¿Qué propones? » Dijo el rey: «te propongo que te hagas cristiano si lo haces te dejare libre y te daré muchos regalos. La respuesta que obtuvo de Abdullah fue: preferiría mil veces la muerte a lo que me estas pidiendo».
El rey quedo algo sorprendido y le dijo: «Ciertamente eres un hombre inteligente, si respondes a mi petición y te haces cristiano compartiré todo mi poder contigo y dividiré mi reino contigo».
Dijo Abdullah bin Hudafa: «Por Alá aunque me dieras tu reino completo y me dieran todo el reino de los árabes a cambio de dejar la religión de Muhammad lo que tarda en pestañear un ojo no lo haría».
El rey dijo: «entonces te matare», Abdullah respondió «haz lo que quieras». El rey enfurecido ordeno que fuera torturado, ordenaron que lo crucificaran y estando así le decían que se hiciera cristiano y el siempre se negó, fue torturado con mucha más fuerza pero el rey no lograba su propósito.
El rey ordenó que lo encerraran en prisión y le dio instrucciones a sus soldados de que no le dieran de comer sino carne de cerdo y de beber vino. Y así lo hicieron sin embargo Abdullah se negó a comer esa comida y estuvo aproximadamente tres o cuatro días sin comer ni beber nada, llego a un punto de debilidad que su cuello se había doblado. El rey al enterarse de eso lo mando a traer y le pregunto por qué no comía Abdullah le dijo que él sabía que su religión le permitiría comer cerdo y beber vino en caso de extrema emergencia como ese, pero que él no lo hacía para no darle el gusto de que se burlarse del islam que preferiría morir de hambre antes de eso.
El rey estaba cada vez mas frustrado y pensó un plan para debilitar su fe, pensó que podría tentarlo con las mujeres así ordeno que fuera traída una mujer joven y de mucha belleza para provocarlo. Le dijeron a ella que entrara desnuda a la cárcel donde lo tenían y lo provocara, Abdullah era un hombre joven que tenía mucho tiempo lejos de su esposa tenia deseos pero el temor a Alá era mayor que cualquier deseo mundano así que al verla lo único que hizo fue refugiarse en Alá y tapar su mirada, la mujer trataba de provocarlo pero este cada vez se mostraba más fuerte hasta que la mujer se harto y salió furiosa de la cárcel diciendo que él no era un hombre sino una piedra.
La frustración del rey era cada vez mayor esta vez ordeno traer una gran olla llena de aceite hirviendo , y mando a traer a dos prisioneros musulmanes y ordeno que fueran arrojados en ella ambos murieron insha Allah mártires . Cuando lo hizo el rey se acerco a Abdullah y le dijo nuevamente que se hiciera cristiano o correría la misma suerte. Abdullah se negó incluso con más fuerza que antes.
El rey le ordenó a sus soldados que arrojaran a Abdullah al aceite sin embargo cuando estuvieron cerca de hacerlo vieron que estaba llorando, los soldados le dijeron al rey que Abdullah estaba llorando.
El rey pensó que lo había vencido el miedo y aceptaría hacerse cristiano y ordenó que lo trajeran nuevamente ante él. El rey le pregunto el motivo de sus lágrimas a lo que Abdullah respondió: lloraba porque me dije a mi mismo que sería arrojado en esa olla de aceite y moriría en el camino de Alá y eso es lo que yo estaba deseando, y desearía tener muchas más vidas y morir cada vez de la misma manera para así tener algo que mostrarle a mi señor en el día del juicio.
El rey se dio por vencido ante la gran fe inquebrantable de Abdullah y le dijo ¿serias capaz de besar mi cabeza a cambio de tu libertad?
Abdullah pensando más que todo en el resto de los prisioneros musulmanes le dijo: ¿me dejarías en libertad junto a los demás prisioneros?
El
rey le dijo: te
dejo en libertad
a ti y a los
demás
prisioneros.
Abdullah pensó y
se dijo a sí
mismo: el es un
enemigo
de Alá si solo
le beso la
cabeza me dejara
libre a mí y a
los demás
prisioneros no
veo nada malo en
ello.
Se acercó al rey y beso su cabeza el rey cumplió su palabra y le dejo marcharse junto a los demás prisioneros, al llegar a medina Abdullah le contó a Omar lo que había sucedido Omar se alegro muchísimo por la actitud de valor de Abdullah y por la sabia decisión tomada y dijo: Cada musulmán debe besar la cabeza de Abdullah y yo seré el primero se levanto y beso su cabeza.
(La historia se encuentra en los siguientes libros: Tarij Al Islam lid Dahabi : 88-2, As Sirah AnNbawiah li Ibn Hashim : Al Faharis. Entre otros.)
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